jueves, 30 de octubre de 2008

ADIOS A EL RANCHO (Miraflores, Lima Perú)

Amigos y familia:

Tengo que confesar que (para mí) el año 2008 se ha convertido en el de la inevitable nostalgia.

El lunes 8 de setiembre el local de la entrañable pollería de nuestra niñez, EL RANCHO de Miraflores, fue demolido para dar paso a la modernidad... y al olvido.

Danilo


Diario El Comercio, DOMINGO 7 de setiembre del 2008

CONTRACORRIENTE
El adiós a El Rancho
Por Miguel Ángel Cárdenas M.

Parece un pueblo fantasma infantil. Y no hay más vuelta --del trencito-- que darle: El terreno de El Rancho de la cuadra 26 de la avenida Benavides fue vendido y será dividido el próximo año en dos partes: una para un condominio de dos manzanas que será publicitado como ecológico y otra para un negocio comercial todavía no determinado. Y hasta Eli Alcedo, el jefe de seguridad de los nuevos dueños y quien se hará cargo de la demolición, siente pudor mirando el terreno muerto: "Yo me acuerdo que aquí venía Yola Polastri cuando cantaba 'Allá en mi rancho bonito'". En las últimas semanas llegaron personas dolientes y Eli tuvo la buena sangre para abrirles las rejas por última vez: "Como una señora de 42 años que celebraba con sus padres sus cumpleaños acá y después los de sus hijos... solo quería pasar y sentarse otra vez en un columpio y cómo lloraba".


Porque --en vísperas de la demolición-- es como entrar a la antesala de una morgue de juguetes. Aquí conviven personajes característicos que hermanan infancias y generaciones: la corroída cabaña del setentero Robin Hood con su escudo de leones, la marchita casa de la ochentera Fresita con lámparas coloniales y la estancia resistente de Los Picapiedras. También los juegos mecánicos oxidados con la figura de Winnie Pooh, el perdurable trencito con la imagen de Blancanieves junto con los más actuales Power Rangers, Spiderman y Barney. Del engreído golfito solo queda un espacio yermo --igual que con las camas elásticas-- junto a los desvaídos columpios con el logo de Inca Kola, una lanchita abandonada y un trineo con venados enmohecido.


Quizá por un tiempo largo más muchos sigan diciendo en el microbús: "Baja en El Rancho". Pero es un proceso arquitectónico ineluctable en toda Lima, y sobre todo en Miraflores, que las casas y construcciones antiguas sean compradas y reemplazadas en nombre de la modernidad. El crecimiento para arriba reemplaza a la estética horizontal antigua.


El artista Alonso Núñez vivió en el Miraflores de fines de los años 50 y recuerda de pequeño ese sitio en medio de chacras que fue una de las primeras pollerías citadinas de la historia (a diferencia de la fundadora La Granja Azul, que quedaba fuera de la ciudad). "Yo pude ver cómo construyeron el trencito, el golfito y se fueron incrementando esos juegos que duraron hasta cuando llevé a que mis tres hijos celebraran sus cumpleaños. Los momentos de gloria fueron en los años 70 y 80, era un lugar tan agradable, campestre, sobre todo muy concurrido en las noches. Aunque siempre un poco caro".


Para Alonso Núñez es simbólico que hoy se ubiquen en la misma avenida Benavides: el Pardo's Chicken y La Caravana, que le quitaron protagonismo a la prístina pollería (aunque se sabe que los dueños de estos negocios, Arnold Wu y Carlos Meza probaron sus primeros pollos 'allá en el rancho grande'). "El entorno ya no era rural y se fue asfixiando entre cementos. Y cambió el concepto, la ciudad se come todo, con El Rancho muere el último representante de ese modelo. Antes la avenida Benavides estaba llena de casas antiguas y bonitas, igual que la Ricardo Palma. En Barranco sí han visto un valor agregado en eso, pero en Miraflores nadie se dio cuenta y todos solo quieren modernizar".


El veinteañero Luis Carlos Burneo, autor del blog "La habitación de Henry Spencer", grabó en Internet los lugares que se fueron haciendo espectrales con los años. Y por contestataria nostalgia celebró su cumpleaños 26 en el castillo número 2, por 250 soles: "Fue de 2 de la tarde a 7 de la noche como siempre, y llevé a los grupos de rock Sonoradio y Pestaña. Pero también tuve piñata, torta y bocaditos como cuando era niño y había muchas fiestas simultáneas. Conversé con la administradora y me dijo que no era original, que muchos jóvenes melancólicos lo hacían". Burneo encontró todos los juegos "igualitos, pero viejos y descuidados. Y pensar que en los años 80 era como ir a Brujas de Cachiche". Los últimos años de El Rancho fueron de debacle fantasmal: "Veías a una anfitriona muy guapa, a 15 meseros y cuatro cocineros que parecía que esperaban atender a un banquete de ejecutivos y no le vendían a nadie. A mí me daba pena y compraba un sándwich de 7 soles". Fue socialmente simbólico lo que ocurrió después: a comienzo de década, al frente llegó un Norky's con su estética multicolor, "que vendía mucho... Y vi que El Rancho le abrió sus campos también a personas de la Lima norte y sur que alquilaban el local los fines de semana y llegaban en combis". Pero parece que el dinero no fue suficiente.


No quiere aparecer como el villano de los antiguos niños. Por eso, Ayar López Cano, presidente del directorio de Poblete Diseño y Construcción, que compró los 25 mil metros cuadrados de El Rancho en 7 millones de dólares, especifica: "Voy a intentar mantener los juegos y el espíritu del sitio, porque yo también celebré mis cumpleaños aquí en los años 70 y me voy a venir a vivir también por el cariño que le tengo al lugar... Pero ya no daba más, lo hemos rescatado porque había malezas y ratas... No es que los anteriores dueños quebraran desastrosamente, sino que se dieron cuenta de que los esquemas actuales no son para tener una pollería en un espacio tan grande. A lo mejor capitalizan en una pollería más chica y les damos espacio en nuestra parte comercial".


El sociólogo Santiago Alfaro examina el cambio de estética: "El estilo neón-moderno se ha multiplicado por la alta competencia existente en ese mercado. Las pollerías no pueden diferenciarse por los pollos, casi todos son los mismos, lo hacen por sus colores. Es una estética de nuevo limeño, extendida en el ámbito nacional". Los colores de El Rancho (rojo, anaranjado y amarillo), antes de la demolición, lucen ocres y polvorientos.


Además en el ámbito de los símbolos la hegemonía se conquista con legitimidad, "no necesariamente con masividad. Ahora la estética polleril legítima es Pardo´s Chicken, otro tipo de restaurante de autor. Y lo masivo es Norky's, nuestro Mc Donald's". El Rancho habría perdido legitimidad y masividad también en su otro rubro, el de diversión infantil cuando era un "Huampaní miraflorino" : "Los éxitos gastronómicos también se explican por los rituales sociales, por las transformaciones del uso del tiempo libre. Y el tiempo libre invertido por la gastronomía de comida rápida fue tomado por las transnacionales: las fiestas en el Kentucky, en el Mc Donald's. La gente que llevaba a sus hijos a El Rancho a comer y jugar, ahora los lleva a una de estas o a Bembos, hay uno con oferta para que jueguen los niños en la misma avenida Benavides, muy cerca". Era, pues, el fin de una etapa dorada como sus papas fritas, que los niños pedían en cucuruchos. Hoy, en su honor, solo queda dedicarle un minuto de ruido (y travesura intensa).

8 comentarios:

Danilo dijo...

Hola Danilo
Totalmente de acuerdo con tus comentarios, y a pesar que se dice que todos los pollos son iguales y el distintivo del Rancho era sus servicios accesorios, eso si no es cierto, el pollo del rancho tenia un sabor peculiar y diferente al resto, inclusive sus papas fritas, si eran buenisimas. No sabes a donde se fueron esos grandes maestros polleros, como es posible que no hallan abierto otro local mas pequeño??? Slds.

Norberto dijo...

Realmente increible que los dueños no hayan mantenido el restaurante en un local mas pequeño. El pollo del Rancho era especial, las papas también. No hay pollo igual , como tampoco hay uno igual al que era El Cortijo... como no hay empresarios que rescatan esas recetas ?

Mauricio Steinmann dijo...

Mi nombre es Mauricio Steinmann, hijo de Isidor Steinmann fundador de "El Rancho". Los invito a que me sigan en facebook en donde tengo una pagina dedicada a "El Rancho"... las recetas estan a salvo...

La pagina es: El Rancho y tambien tengo El Rancho Peru donde tengo a seguidores ... te invito a ser mi amigo!

http://www.facebook.com/pages/El-Rancho/153149651448707

Unknown dijo...

estos lokales con historia deben de ser trasladados y no extintos

Elba dijo...

Que pena, tantos recuerdos lindos..me hubiera gustado que no lo cierren o que habran en otro lugar, El Rancho debe existir asi que animense hay mucha gente que los extraña sobre todo su sabor inigualable no se compara con ninguna polleria

Unknown dijo...

Aquellos días, el pollo del rancho era una delicia, las papas riquísimas, mi paladar se deleitaba comiendo en El Rancho y me hubiese gustado que mi hijo fuera o celebrar una fiestecita suya ahí, pero cuando mi pequeño nació, ya no existía El Rancho cuyo recuerdo estará en mi memoria.

Unknown dijo...

Yo soy uno de esos polleros empecé mi trabajo en ese lugar los fines de semana Terminé mis estudios trabajando Ahí empecé en la parte del fondo pelando papas de ahí poco a poco fui escalando hacia la ensalada lavador de platos vasos ayudante de pollos pollero después ayudante de mozo ayudante de barman otra vez en saladero después ni puesto fue el despacho en la papa fritas papas fritas y despacho al público hasta el 99 en donde por razones Más que todo políticas y económicas Me despidieron de la noche a la mañana de ahí trabaje muchos lugares me vine salí del país y hoy me encuentro aquí en la Argentina estoy tratando de ubicarme en un lugar y hacer un restaurante quizás más chico como en el rancho pero poner el mismo nombre el rancho dorado Eso es todo y me voy a dedicar solamente hacer pollos a la brasa salchipapas y parrilla Cómo se hacían el rancho todo con el mismo sabor el mismo tipo de ensalada y la misma salsa de ensalada que se hacía en ese lugar

Unknown dijo...

Ojalá Mauricio sí me acuerdo de vos Cuando ibas muy de joven al rancho incluso alguna vez esté despachito me acuerdo de tu padre también Pues de él aprendí muchas cosas ahí en el rancho por él fue que yo entré a trabajar como miembro estable de la empresa me desempeñe desde muy chico muy joven entre ahí empecé al fondo pelando papas y de ahí poco a poco fui escalando hasta llegar a ser pollero y después me ubicaron exactamente a mí en el lugar las máquinas freidoras de papa y hacia la labor de servir las papas para el lado del salón y para el lado de despacho el autoservicio yo me encargaba de muchas veces despachar al cliente en la barra