¿Cómo te explico...
el chasqueteo del agua
que replica sin regaños,
dando compás a mis horas,
y tolerando mis años?
¿Cómo te explico...
la alegría de mi cuerpo
reposado en esta tabla
derivando sus anhelos
a lo que exprese hoy el alma?
¿Cómo te explico...
las siluetas animadas,
esforzadas, intrigantes,
en sus épicas jornadas
sobre ondas cabalgantes?
¿Cómo te explico...
todo el oro deslumbrante
que desparrama y ondula
el sendero del acero,
y nos conduce a la espuma?
¿Cómo te explico...
que las aves acompañan
con aleteos silentes
este éxtasis precioso
lleno de paz sugerente?
¿Cómo te explico...
cuando el rugir de las olas
rompe de pronto el silencio
y provoca en nuestra sangre
adrenalina y sosiego?
Quiero explicarte,
Huanchaco,
que en tus gotas cristalinas
existen razones divinas
para ofrendarte al creador.
Quiero mostrarte,
Huanchaco,
a toda esta gente linda
que te disfruta sin prisa,
bebiendo todo tu amor.
Quiero decirte,
Huanchaco,
que en esta tierra norteña
no sólo creció mi padre...
¡también la bendijo Dios!
Todos los Derechos Reservados
Danilo Gutiérrez Baella, Copyright 2010
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